El festejo de “día de muertos” trasciende a nuestra propia era... se trata de una celebración -o ritual- que ha pertenecido a la tierra mexicana desde hace más de un milenio. Los antiguos y originales habitantes de las extensiones territoriales que hoy pisamos y celebramos sobre ellas concebían a esta fecha especial como algo más que un simple día de felicidad y reunión, lo veían como una posibilidad de conectar con las personas fallecidas, personas que se habían ido de este mundo de diferentes maneras.
Se considera que Teotihuacán -el mayor centro económico y ceremonial de aquella época- concebía, de manera singular a esta increíble fiesta, como una de las más especiales y particulares de todas, ofrendando materiales, artefactos y sacrificios como parte de su amor y apreciación a su propia gente.
Se decía que, para estar más cerca de los dioses, uno debía ser enterrado y ofrendado en este sitio elegido por el panteón divino mesoamericano. .
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📸 / @alejandro.cardenasjimenez.
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